Es necesario señalar que no todos los
intelectuales franceses emplearon el término. Rousseau y Voltaire se mostraron
reticentes a esta concepción progresista de la historia. Intentaron proponer
una versión más relativista de la historia, aunque sin éxito, pues la corriente
dominante era la de los progresistas. No fue en Francia, sino en Alemania donde
las posturas relativistas ganaron mayor prestigio. El término Kultur en sentido
figurado aparece en Alemania hacia el siglo XVII -aproximadamente con la misma
connotación que en francés. Para el siglo XVIII goza de gran prestigio entre
los pensadores burgueses alemanes. Esto se debió a que fue empleado para
denostar a los aristócratas, a los que acusaban de tratar de imitar las maneras
"civilizadas" de la corte francesa. Por ejemplo, Immanuel Kant
apuntaba que "nos cultivamos por medio del arte y de la ciencia, nos
civilizamos [al adquirir] buenos modales y refinamientos sociales"
(Thompson, 2002: 187). Por lo tanto, en Alemania el término civilización fue
equiparado con los valores cortesanos, calificados de superficiales y
pretenciosos. En sentido contrario, la cultura se identificó con los valores
profundos y originales de la burguesía (Cuche, 1999:13).
En el proceso de crítica social, el acento en
la dicotomía cultura/civilización se traslada de las diferencias entre estratos
sociales a las diferencias nacionales. Mientras Francia era el escenario de una
de las revoluciones burguesas más importantes de la historia, Alemania estaba
fragmentada en múltiples Estados. Por ello, una de las tareas que se habían
propuesto los pensadores alemanes era la unificación política. La unidad
nacional pasaba también por la reivindicación de las especificidades nacionales,
que el universalismo de los pensadores franceses pretendía borrar en nombre de
la civilización. Ya en 1774, Johann Gottfried Herder proclamaba que el genio de
cada pueblo (Volksgeist) se inclinaba siempre por la diversidad cultural, la
riqueza humana y en contra del universalismo. Por ello, el orgullo nacional
radicaba en la cultura, a través de la que cada pueblo debía cumplir un destino
específico. La cultura, como la entendía Herder, era la expresión de la
humanidad diversa, y no excluía la posibilidad de comunicación entre los
pueblos.
Durante el siglo XIX, en Alemania el término
cultura evoluciona bajo la influencia del nacionalismo.4 Mientras tanto, en
Francia, el concepto se amplió para incluir no sólo el desarrollo intelectual
del individuo, sino el de la humanidad en su conjunto. De aquí, el sentido
francés de la palabra presenta una continuidad con el de civilización: no
obstante la influencia alemana, persiste la idea de que más allá de las
diferencias entre "cultura alemana" y "cultura francesa"
(por poner un ejemplo), hay algo que las unifica a todas: la cultura humana.5
[editar]Definiciones de cultura en las
disciplinas sociales
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