El término cultura proviene del latín cultus
que a su vez deriva de la voz colere que significa cuidado del campo o del
ganado. Hacia el siglo XIII, el término se empleaba para designar una parcela
cultivada, y tres siglos más tarde había cambiado su sentido como estado de una
cosa, al de la acción: el cultivo de la tierra o el cuidado del ganado (Cuche,
1999: 10), aproximadamente en el sentido en que se emplea en el español de
nuestros días en vocablos como agricultura, apicultura, piscicultura y otros.
Por la mitad del siglo XVI, el término adquiere una connotación metafórica,
como el cultivo de cualquier facultad. De cualquier manera, la acepción
figurativa de cultura no se extenderá hasta el siglo XVII, cuando también
aparece en ciertos textos académicos.
El Siglo de las Luces (siglo XVIII) es la
época en que el sentido figurado del término como "cultivo del
espíritu" se impone en amplios campos académicos. Por ejemplo, el
Dictionnaire de l'Académie Française de 1718. Y aunque la Enciclopedia lo
incluye sólo en su sentido restringido de cultivo de tierras, no desconoce el
sentido figurado, que aparece en los artículos dedicados a la literatura, la
pintura, la filosofía y las ciencias. Al paso del tiempo, como cultura se
entenderá la formación de la mente. Es decir, se convierte nuevamente en una
palabra que designa un estado, aunque en esta ocasión es el estado de la mente
humana, y no el estado de las parcelas.
Voltaire, uno de los pocos pensadores
franceses del siglo XVIII que se mostraban partidarios de una concepción
relativista de la historia humana.
La clásica oposición entre cultura y
naturaleza también tiene sus raíces en esta época. En 1798, el Dictionnaire
incluye una acepción de cultura en que se estigmatiza el "espíritu
natural". Para muchos de los pensadores de la época, como Jean Jacques
Rousseau, la cultura es un fenómeno distintivo de los seres humanos, que los
coloca en una posición diferente a la del resto de animales. La cultura es el
conjunto de los conocimientos y saberes acumulados por la humanidad a lo largo
de sus milenios de historia. En tanto una característica universal, el vocablo
se emplea en número singular, puesto que se encuentra en todas las sociedades
sin distinción de etnias, ubicación geográfica o momento histórico.
[editar]Cultura y civilización
También es en el contexto de la Ilustración
cuando surge otra de las clásicas oposiciones en que se involucra a la cultura,
esta vez, como sinónimo de la civilización. Esta palabra aparece por primera
vez en la lengua francesa del siglo XVIII, y con ella se significaba la
refinación de las costumbres. Civilización es un término relacionado con la
idea de progreso. Según esto, la civilización es un estado de la Humanidad en
el cual la ignorancia ha sido abatida y las costumbres y relaciones sociales se
hallan en su más elevada expresión. La civilización no es un proceso terminado,
es constante, e implica el perfeccionamiento progresivo de las leyes, las
formas de gobierno, el conocimiento. Como la cultura, también es un proceso
universal que incluye a todos los pueblos, incluso a los más atrasados en la
línea de la evolución social. Desde luego, los parámetros con los que se medía
si una sociedad era más civilizada o más salvaje eran los de su propia
sociedad. En los albores del siglo XIX, ambos términos, cultura y civilización
eran empleados casi de modo indistinto, sobre todo en francés e inglés
(Thompson, 2002: 186).
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